El queso Cabrales es el rey de los quesos artesanales asturianos, el más conocido de una cultura quesera con más de 40 elaboraciones distintas. Un queso cuya sangre azul en forma de penicilium cala hasta lo más hondo de su pasta, cremosa y untuosa gracias a la maduración de las cuevas naturales en las que se afina.

El queso es parte de Asturias como lo es el mar Cantábrico que día a día modela su costa. El Paraíso no sería lo que es sin la producción quesera, ni sin la actividad de cientos de pequeños elaboradores que antaño fueron miles.

El queso DOP Casín no es seguramente uno de los más conocidos por el gran público, pero es una variedad asturiana que merece ser descubierta. Una pequeña pieza de forma troncocónica y color amarfilado que contienen en sí un queso extremadamente cuidado y único.