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Siero, la cuna de la quesería tradicional asturiana de autor de Casielles

 

Visitar Siero es iniciar un viaje por una de las señas de identidad del Paraíso: nuestras ferias y mercados. Y es que el corazón de Asturias guarda una tradición que se remonta a la época de Alfonso X El Sabio y que persiste en la actualidad con la celebración de más de 300 ferias y mercados al año.

Fruto de esta tradición, Siero fue, es y será un referente en la elaboración de productos artesanales asturianos. Y es que son muchos los artesanos que continúan escogiendo alguna de sus 29 parroquias para dar vida a sus productos artesanales asturianos.

Un ejemplo de esa tradición es Vega de Poja. La parroquia de casi 15 km2  fue el lugar elegido por María José y Lalo para poner en marcha la antigua de Castañéu de Vega. Diez años más tarde, Casielles ha elegido Vega de Poja para continuar con la tradición quesera asturiana, eso sí, apostando por los quesos asturianos de autor y valor añadido para poner en marcha la Quesería Alejandro Casielles 1913. Pero ¿qué tesoros esconde esta parroquia que atesora manjares como el Caramelo de Cabra?

Para descubrir Vega de Poja te proponemos un paseo desde esta parroquia de Siero al Picu Castiello. Eso sí, sin dejar de visitar los mercados que han marcado el carácter del corazón de Asturias.

Senda de Vega de Poja a Pico Castiello

Las verdes y amplias praderas rodeadas de montañas y bosques de castaños y robles esconden una ruta perfecta para aquellos que quieren disfrutar de la naturaleza en todo su esplendor sin grandes sacrificios.

En poco más de 3 horas y durante 5 kilómetros, trayecto de ida y vuelta, puedes atravesar los verdes y frondosos paisajes de la Asturias central y conocer el pasado arquitectónico de la zona. El trayecto comienza en Vega de Poja cogiendo el desvío de la derecha en dirección a la Capilla. A pocos metros, al lado de la acequia que canalizaba el río, se observan lo que fue el Molín de la Vega, y la casona de los Argüelles, dos ejemplos de los primeros recuerdos de la historia de la zona.

Cerca de un banco de piedra, comienza el punto exacto de una ruta caracterizada por la leve ascensión. Una subida que se hace aún más llevadera en el otoño y la primavera cuando los tonos pardos de las hojas de robles y castaños son los fieles compañeros de este viaje por el entorno de Vega de Poja.

Pero la naturaleza no es la única compañera del ascenso. A unos 300 metros del inicio oficial de la senda, encontramos una ermita con leyenda que nos adentra en la etimología del templo. Según la tradición, el prior de la Ermita del Cristo de la Bienvenida tenía la costumbre de recibir a los peregrinos que se dirigían a Santiago por esta ruta con un trozo de pan y un colchón de hojas de maíz.

Al llegar a la bifurcación de la ruta, es necesario tomar el camino de la derecha para continuar la ruta por la PR-AS 160. Una senda que continúa por la carretera que lleva a La Braña y desde la que comenzaremos a ver la cima del Picu Castiello. Sin embargo, a medida que se descubre la presencia del Castiello, se pierde la señalización de la senda debido a la abundante vegetación de la zona. Solo tendremos que dejarnos guiar por la presencia de la cumbre, en cuya parte más alta encontramos una cruz, para llegar a la cima del Castiello.

Antes de iniciar el camino de vuelta a Vega de Poja, podremos disfrutar de una panorámica única protagonizada por Siero, Oviedo y tres peñas que convierten la estampa en la fotografía perfecta de nuestro recorrido.

Ferias y mercados de Siero

Y para aquellos que prefieren adentrarse en la tradición de ferias y mercados de Siero. Un recorrido por el pasado y presente de historia ganadera asturiana, por las elaboraciones artesanales y por los productos asturianos. Por una tradición que persiste y que se revive semanalmente en Pola, la capital del concejo.

Mientras los lunes se celebra el mercado de compraventa de ganado, los martes tiene lugar el mercadillo de excedentes agrícolas y de la fruta. Por su parte, los jueves es el turno del mercado de compraventa de terneros de recría.

Y para finalizar el recorrido por el entorno de la quesería tradicional asturiana de autor nada mejor que saborear uno de sus quesos como el Caramelo de Cabra de Alejandro Casielles 1913.

 

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