AGROVALDÉS Y SU QUESERÍA ARTESANAL REBOLLÍN
En lo más profundo de Asturias, donde la naturaleza se fusiona con la tradición, nace una joya culinaria que deleita los sentidos y celebra el legado ganadero de la tierra. Agrovaldés, una cooperativa agropecuaria comprometida con la excelencia, ha decidido abrir las puertas de su corazón lácteo para dar vida a la maravillosa Quesería Artesanal Rebollín.
Cada historia tiene su comienzo, y la de Rebollín no es diferente. Surgió como un sueño compartido por los socios ganaderos de Agrovaldés S.C.L., aquellos que entregan toda su pasión al cuidado de las tierras y sus animales. Querían dar un valor añadido a la leche que generosamente les brindan sus compañeros de cuatro patas, y así se gestó la idea de construir una quesería que honrara la rica tradición quesera de Asturias.
Bajo la entrañable marca Rebollín, se inició la comercialización de sus productos, siendo el tradicional Afuega'l Pitu el emblema de su esencia. Este queso asturiano es una verdadera joya, amparado por el sello de garantía del consejo regulador de la DOP y por la marca de calidad "Alimentos del Paraíso".
Ubicada en La Espina, en el encantador municipio de Salas, la quesería ha sido concebida con amor y dedicación para garantizar la calidad del producto. En cada paso del proceso de elaboración, desde la recepción de la leche hasta la maduración, se rinde homenaje a la tradición ancestral y se cumple con las más altas exigencias sanitarias.
ELABORACIÓN DE UNA OBRA DE ARTE
Cada queso es una obra de arte en sí mismo, creado con paciencia y cariño. La leche fresca es recibida con gratitud, vertiéndola en un tanque de frío, para luego ser pasteurizada con delicadeza a 75 °C durante 15 segundos. Es entonces cuando los fermentos lácticos se unen al baile, iniciando la coagulación láctica a una temperatura perfecta, entre 22 y 32 °C. Allí, en ese proceso mágico de 15-20 horas, nace la cuajada, la esencia misma del queso.
Las manos expertas y amorosas moldean la cuajada en sus moldes micro-perforados, permitiendo que el queso desuere con calma, en un proceso que requiere entre 15 y 20 horas más. Y como si fuese un baile antiguo, el salado en superficie llega para realzar los sabores, dotando al Afuega’l Pitu Roxu de una personalidad única al mezclarlo con el pimentón.
La maduración es el tiempo en el que los quesos encuentran su voz, se desarrollan y adquieren la complejidad de aromas y sabores que los hacen excepcionales. Durante este proceso, son volteados con cuidado para facilitar su evolución. Y cuando han alcanzado su punto álgido, son envasados al vacío y guardados en sus características cajas tronco-piramidales, esperando ser descubiertos y disfrutados.
QUESO Y MUCHO MÁS
El nacimiento de la Quesería Artesanal Rebollín es un hito en el camino de Agrovaldés S.C.L., un paso más en su plan de diversificación y promoción de los productos autóctonos. Es el resultado del esfuerzo colectivo, del amor por la tierra y sus frutos, y de la pasión por preservar las tradiciones ancestrales.
Cuando cada persona prueba estos quesos, se sumerge en un viaje sensorial por los sabores de Asturias, conectando con la esencia de esta tierra única. Es el tributo a una historia que trasciende el tiempo y que encuentra su máxima expresión en cada bocado.
Laissez un commentaire