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Ovín: edén del queso, la sidra y el agua

 

Pocos lugares pueden presumir de poseer tanta riqueza gastronómica y natural como Ovín. Porque este pueblo de Nava, situado en el epicentro de Asturias, es cuna de dos de los productos más arraigados en la tradición y cultura asturiana. Porque, además, de pertenecer a La Comarca de la Sidra y albergar el Museo de La Sidra, cobija una de las queserías con más solera de Asturias: la quesería Ovín.  

Y es que Nava siempre ha destacado por su sector primario, especialmente por su tradición lechera. Una actividad ganadera, que abastece a Ovín de la materia prima perfecta para elaborar sus quesos, y que se plasma en sus amplias praderas dedicadas a la alimentación del ganado y que conviven con las amplias zonas forestales que lo convierten en un destino perfecto para los amantes de las rutas y la naturaleza.

Pero, además, la cercanía de la quesería Ovín al balneario y manantial de Fuensanta le permite presumir de riqueza acuífera, natural y cultura. Un auténtico edén que te invitamos a descubrir.

Ruta de Les Foces del Ríu Pendón

Perfecta para conocer la riqueza acuífera y forestal de Asturias, la ruta comienza en las inmediaciones del antiguo Balneario de Fuensanta, sede actual de Aguas de Fuensanta, a donde puedes llegar en coche por la carretera N-634.

Si bien la historia del balneario se remonta a la época de los romanos, en la actualidad, alberga las oficinas de la empresa de agua mineral natural y no es posible visitarlo. Por eso, nos centraremos en la propia ruta que suficientes encantos tiene por sí sola.

Unas tres horas son necesarias para recorrer esta ruta circular bien señalizada con el PR.AS-45. Recorrerla es disfrutar de castaños centenarios, de las cabañas de Casielles y de un espectacular desfiladero que trascurre hacia pendón.

Por si fuera poco, a nuestros pies circulan las aguas del río Pendón cuya furia depende de la época del año pero siempre nos deleita con su bravura. Y es que el agua está muy presente a lo largo de la ruta. En numerosas ocasiones verás como las montañas “lloran” con los escollos de agua que circulan por sus laderas. Además, de disfrutar de una pequeña cascada y una fuente que brota de la propia montaña.

Eso sí, es importante tener cuidado ya que la humedad, la presencia de musgo y la frondosidad de su numerosa vegetación, en la que se entremezclan los avellanos y robles, especialmente en los tramos en los que cruzamos el río, hace especialmente resbaladizo el terreno.

Tampoco faltan las cabañas de pastores, las espectaculares vistas del concejo de Nava y el Palacio de la Ferrería que acogió la esposa del Cid Campeador, antes de volver al punto de partida.

Una vez completada la ruta nada mejor que visitar Ovín para descubrir el hogar de alguno de los quesos asturianos más reputados o acercarse a Nava para degustar una sidra en compañía de unas cuñas de alguno de los quesos de Ovín.

 

 

 

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